sábado, 4 de octubre de 2008

ANECDOTAS. VIDA COTIDIANA


No hace mucho, una señora divorciada me encargó que evaluara a su hija pequeña, de poco más de dos años, porque venía observando que después de estar unas horas con su padre, estaba muy revoltosa, rebelde y la insultaba, sí aún hablaba poco, pero había aprendido a decirle tonta, mala y otras cosas. la nena, normalmente no se comportaba así y esto le preocupaba. Bien, elegí el método de la observación directa en su ambiente natural, debido a la edad de la menor. Y con estos y otros datos aportados por personas de su ambiente inmediato, elaboré el informe.

Como la madre quería más datos sobre el tema, acudió a un psicólogo de prestigio, con nombre, de esos que trabajan en un lugar público del que nunca saldrán porque han opositado (con todos mis respetos a los opositores).

Hacía tiempo que este psicólogo en cuestión me daba mala espina por no estar de acuerdo sobre ciertas cuestiones éticas y porque tras haber leído algún que otro informe suyo, había visto ante mi sorpresa que, en vez de evaluar e informar, atacaba de forma despiadada a otros profesionales compañeros, apoyándose en ese saber bibliográfico, en ese estatus, en su "yosemás quenadie".

La madre habló con él en su fabuloso despacho privado desde el que hace informes con el membrete de la entidad pública que todos pagamos. Previo pago, claro.

Cuando la señora acabó de exponerle el caso, el profesor al despedirse, le dijo: "dígale a su abogado que me llame y me diga lo que tengo que poner".

Ella no volvió, él se enfadó y, cuando la madre me lo contó sentí vergüenza de que hubiese profesionales así.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante la propuesta de una mujer tan tremendamente cautivadora e inteligente como tu.
Me alegra mucho que decidieras al fin alzar las letras de tu mente al mundo de lo público, permitiendo que cientos de personas se beneficien de las palabras sabias de una personalidad como tu.

Con todo mi cariño, ese chico al que salvaste la vida en un momento de lo más complicado, y al que ayudaste a ver que en la vida cada uno ha de marcarse su viaje, antes de que el viaje intente marcarte a ti.
Bukoskiano80

Anónimo dijo...

Gracias por tu comentario, me alagas como persona y como profesional. Me alegro que por fin la vida te cautivara desde hace mucho. Seguiré kuchando por personas como tu.